«Puede ir a dormir y también es muy divertida, dice chistes y si no interactúas con ella se duerme», apunta su creador, Jordi Santos.
Fuente: www.continental.com.ar
Sergi Santos, ingeniero español, es el creador de Samantha, la primera muñeca sexual con inteligencia artificial. En dialogó con Radio Continental Web aseguró que “es tan erótica que muchos de sus dueños dicen haberse enamorado de ella”.
Se trata de una humanoide hiperrealista, fabricada en China, a la que se le incorporó un sofisticado sistema operativo que permite que se la programe para interactuar de manera familiar, romántica o sexual. “La función principal de Samantha es sexual pero le puse un cerebro. Lo estuve diseñando por muchos años. Puede interactuar con el exterior y excitarse”, destacó.
“Puede ir a dormir y también es muy divertida. Dice chistes y si no interactúas con ella se duerme. Lo que quiero hacer es cambiar el perfil de quien compra esta muñeca. Muchos sienten un atractivo especial porque la tratan como a alguien de su familia”, reveló Sergi. “Esta interacción humano y muñecas a muchos les asusta pero es muy interesante”, expresó.
Samantha fue destacada en un documental de la BBC llamado «¿Pueden los robots amarnos?. Allí, dilemas modernos como la posibilidad de que exista un romance real entre un hombre y una máquina, fueron explorados en profundidad.
Entre otras innovaciones, la microcomputadora dentro del cráneo de silicona puede recordar interacciones pasadas con su «empleador» para, de esta manera, mejorar futuras experiencias. Sus distintos modos de operación, entre los que se incluyen, «familia», «romántica», «sexo» y «extra traviesa» pueden ser seleccionados por el usuario.
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